Haz lo que digo, pero no lo que hago

Que interesante es éste gobierno autócrata que constantemente realiza dobles discursos y se muestra con su cara más legal, aunque verdaderamente su rostro sobrepase o linde con la ilegalidad. Ya no me sorprende ver a funcionarios de recaudación hablando de los beneficios que tienen los que pagan y cómo caerá todo el peso de la ley sobre los cipayos malditos, gorilas golpistas aunque también excremento humano que habría que aniquilar con tal que no piensen ni vociferen palabras en contra de vuestra majestad y su corte de puros y castos funcionarios que lo único que hacen es pensar en el beneficio del pueblo argentino, sacrificando sus vidas en post del bien común.

Ya no es extraño escuchar a Ricardo Echegaray hablar de la obligación que todos los ciudadanos tenemos de pagar nuestros impuestos y saber que en los mismos organismos del estado se abonan sueldos en negro o darte cuenta que los mismos funcionarios que exigen que el ciudadano pague, son los mismos que no pueden demostrar de dónde proviene su patrimonio, que por otro lado, ha crecido exponencialmente en el término en el cual han ejercido sus funciones públicas.

La señora presidenta junto a sus fans vulnera constantemente la constitución nacional, y utilizo el térmio fan, ya que así lo demuestra esa tenacidad y apasionamiento desmedidos junto a ese entusiasmo ciego que tienen por todo y cada uno de los actos y palabras que se realizan en la autocracia de la República de Argenzuela. Las armas utilizadas habitualmente son el no dejar hablar al otro, la manipulación de datos (por acción u omisión) y la especialidad de la casa… la chicana política. La gran diferencia entre estos avivatos y todos los abombados es que éstos últimos nos manejamos dentro de ciertos límites éticos y morales que culturalmente hemos adquirido y que nos permiten ser personas de bien.

Hemos dejado pasivamente que se vulneren todos y cada uno de los principios que dan sostén a una democracia, esto es que hemos dejado que constantemente se destruyera la convivencia social en la que miembros iguales y libres pactan vivir en base a mecanismos contractuales. Esos mecanismos contractuales son justamente los que vienen vulnerando desde el 2003, cuando el quía rana visitado por la sonatina asumió como presidente.

Es responsabilidad ciudadana el resguardo de la democracia y el instrumento con el que uno cuenta es pura y exclusivamente el voto. Sólo espero que en las próximas elecciones cada uno lo utilice con conciencia, basándose en el bienestar común y no en las apreciaciones de estados personales. Y que esta realidad de doble discursos, doble caras y doble ideologías se revierta con el fin de buscar un rumbo hacia un futuro equilibrado para un país que históricamente se le falta el respeto.

Pablo Gustavo Román